cosas que demuestran que estás vivo
has escrito en minúsculas el nombre del amor de tu vida y sentido que no le hacía justicia

- cada año te da un ataque de risa con el que lloras
- te has inventado un par de verbos en lo que va de mañana
- sabes que hay una ironía de fondo, pero no alcanzas a explicarla
- distingues entre papel normal (del flojo) y papel del bueno (en el que da gusto de verdad escribir)
- piensas en huir de LinkedIn para no volver
- siempre se te pasa rápido la primavera
- prefieres el ventilador al aire acondicionado. prefieres respirar hondo antes de entrar a una discusión
- entiendes la madurez como ir al cine tú solo sin que ya importe lo que piense el chaval de la taquilla
- no te avergüenza decir que no alcanzas a entender el acento de República Dominicana
- has entendido que el potencial solamente pita, pero la disposición y el trabajo preparan
- echas de menos a gente del pasado que ya es solo un concepto de Insta
- has dejado de decir ‘pero me cae bien, eh’ después de haber deseado que un yunque metálico le cayese a esa persona en la cabeza
- asumes que crecer es más cuestión de descartar que de elegir, como cuando se esculpe el mármol para liberar a la estatua de dentro
- has vuelto a entrar al LinkedIn
- y vuelto a hacer cosas para las que no te has dado permiso
- sabes que los perros sienten todo el cariño de una vida concentrado en cada segundo
- entiendes que todos los lugares donde pone ‘esto no es un blog’ son un blog
- integras memes en tu sistema de creencias a razón de tres veces por semana
- has descubierto que vértice en inglés es ‘vertex’ y ahora necesitas una excusa para meterlo en una presentación del trabajo
- has escrito esta línea de tezto sin mirar al teclado, qué máwuina
- vas al Kalúa de Fuencarral en busca única y exclusiva del helado de Kinder, dios lo bendiga
- sabes que en el fondo podrías ser bueno jugando al Overcooked, pero no le dedicas la suficiente garra
- procuras ataques de risa a los que te rodean
- has vuelto a buscar la profundidad existencial en un post de Instagram (puede que ahí empiece el problema)
- estás ansioso y lleno de expectativa por Deadpool & the Wolverine, solo en cines el 25 de julio
- piensas en enviar tu CV a un puesto para el que piden 12 años de experiencia (no llegas a tres)
- has llegado a pensar que todo cristo es o project manager o senior consultant a fecha de hoy
- has tomado apuntes como si fueras a volver a nacer
- esperas que el ir a Portaventura sea una ilusión que no se esfume nunca, tienes miedo de lo contrario
- tienes pendiente hacer una lista de 10 razones por las que ver Attack on Titan para dejarla en herencia (por si acaso)
- has escrito en minúsculas el nombre del amor de tu vida y sentido que no le hacía justicia
- aún intentas llenar todo el silencio con pensamientos de calidad sabiendo que nunca funciona
- has llamado ‘estar bien’ a tener que pegarte los trozos del corazón con celo
- te caíste en una marmita de redundancia de pequeño y ahora estás obligado a contar el mismo chiste en todas las fiestas
- usas la brisa como referencia para encontrar los límites de tu cuerpo cuando cierras los ojos
- sabes que meditar en el bus al trabajo te ha salido más veces mal que bien
- sigues confiando en que podrías hacer un mapa mental de tu vida entera y que cupiese en una cartulina A3
- has escrito un ensayo sin saber qué significaba ensayo
- abrazas la vagancia hasta que chilla
- confías el devenir de la existencia en Ofosu, el tío de la voz profunda de la app de meditación
- consideras haberte convertido en un digno rival de Monopoly on-site
- ya te has cansado de jugar a la validación por redes
- asientes ante el hecho de que no es muy rockstar de tu parte el posponer la alarma
- reflexionas sobre lo que podría significar ‘estar despierto’, y piensas si no es tarde ya para estarlo
- te negaste a mirar la traducción de la palabra mosquetón durante una semana porque sabías que llegaría en cualquier momento a tu mente
- has conectado espiritualmente con el tipo calvo del Holiday Gym que entrena todos los días a las 7 de la mañana
- has comodificado procesos que ya rozan la eficiencia enfermiza
- serías feliz si el training de cómo vivir lo diera Juan, tu profesor de alemán, que explica todo muy estructuradito
- haces limpieza de tu armario en busca de algo que nunca te quedó todo lo bien que recuerdas
- te timaron 15 euros con un curso online que incluía la palabra Management pero estaba escrito con one-liners de ChatGPT
- has considerado definir la vida como un conjunto de milagros probabilísticos
- viajaste al pasado tras identificar una situación presente que requería una decisión que aprendiste a la fuerza
- decidiste que no querías tener a gente alrededor que no estuviera dispuesta a decir abiertamente ‘te quiero’
- solo necesitas otro trayecto de metro en hora punta para mudarte de calentada a una ciudad de 25.000 habitantes
- odias el concepto ‘de calentada’
- sabes por experiencia que la ilusión no se recupera, si no que se transforma en una emoción nueva
- has comprendido que tratar de poner atención en poner atención es un círculo vicioso que te saca de poner atención
- te dijiste que pondrías la lavadora y la pusiste. enhorabuena
- sabes que los planes de futuro no serán decisiones sencillas, al igual que no lo ha sido encajar los planes en el presente
- consideras positivo mirarte al espejo y ver cambios por la edad, mientras las actrices porno de tu edad ya se operan
- no ha terminado la mañana y tienes una lista de cosas que hacer que supera tu versión más productiva
- has roto la lista y te has puesto a hacer una de cosas por las que demuestras que estás vivo. te parece más reconfortante