Mirar pa atrás

Ser celíaco nunca fue tan idealizado.

Mirar pa atrás
Photo by Jan Kopřiva

La calidad de las vivencias depende, en buena medida, de cómo se almacenan los recuerdos.

Hay quienes se lamentan por no poder cambiar el pasado, negándose a aceptar que identificar los errores y aplicarlos al futuro tendría el mismo efecto que volver atrás para cambiarlos.

Se ve el futuro en las formas que se conocen, pero no todo avance se identifica tan fácil como un coche con alas. En Regreso al Futuro se adaptaban los deportivos de la época a los elementos que volaban, y poco después, mi abuelo luchaba contra mi celiaquía pensando en que un día, un médico encontraría una pastilla que neutralizaría los efectos y me haría 'normal’.

La función de lo que buscábamos — y no la forma — reluce más simple: vivir una vida saludable, con avances innovadores y una dosis genuina de amor.

No hubo pastilla que me curase de repente, pero sí educación y adaptación en los bares, la ingeniería de la trazabilidad y no milagros de ida sin efectos secundarios. Lejos del ideal anticuado, soluciones llenas de astucia e identificación, paciencia y transportes eficientes se abrieron paso.

¿Para qué volar, entonces?

¿Para qué obligarnos a que la innovación tuviera la forma del pasado si podíamos adaptarla?

Miro aquellas fotos con cariño. Eso influye. El pasado tuvo su importancia simplemente por poblarlo el amor, y también porque ahora permite que la calidad de lo construido tenga unos estándares. Pero respecto a crear, mejor alejarse de las máquinas del tiempo y también de imponer la forma a la función. El futuro podría ser mejor si se aplican los criterios que no nos permitieron ser fuertes entonces, lo cuál no tiene nada que ver con volver atrás a corregirlos. Se requiere desarmar y volver a pensar en cómo montarlo, nada de dar alas a clásicos que tuvieron su etapa.

Estás plantado en el presente como antes ya lo estabas. Podrías actuar ahora como no llegaste a hacerlo, con el mismo grado de incertidumbre.

La valentía es reconocer que hay sitio en el álbum de lo que todavía queda sin hostigar con nostalgia.